Retrato de Conan, realizado con sanguina, sepia y tiza.
Formato 33x40 cm
Así fue como Conan
devolvió a su hogar a la caprichosa hija del rey Osric y, no
teniendo ningún otro motivo que le retuviera allí, él y sus
compañeros se dirigieron hacia el Oeste. Muchas guerras y
enemistades tuvo que desentramar. Honor y temor cubrieron su nombre
y, con el tiempo, llegó a convertirse en rey por sus propios
méritos… pero esa es otra historia.
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